Investigadores de la Universidad de Illinois (USA) han desarrollado un
circuito capaz de devolver automáticamente la conductividad eléctrica a
partes de él que la hayan perdido por alguna rotura.
En la actualidad,
un fallo de esta naturaleza obliga a cambiar el chip y son errores cada vez más comunes debido al aumento de densidad con
que se fabrican estos dispositivos.
Todo ello consiste en colocar
unas microcápsulas de metal líquido, de unos 10 micrones de diámetro,
encima de las zonas del chip que realizan la conducción eléctrica. Si se
produce una rotura en el material conductor el metal líquido se desliza
en la brecha en microsegundos. En las pruebas un 90 por ciento de los
chips dotados de este mecanismo se autorrepararon recuperando un 99 por
ciento de la conductividad original.
La principal aplicación podría
estar en vehículos o instrumentos militares o espaciales, donde los circuitos electrónicos no pueden
ser reemplazados o reparados.
Una gran ventaja de este sistema es que
es localizado y autónomo. O sea, las microcápsulas solamente se rompen
en aquellos lugares donde hay un problema y lo hacen sin necesidad de supervisión humana.